Definitivamente, odio a las marujas

En verdad, tengo que confesar que desde que tengo uso de razón he odiado al corrillo de mujeres afincado delante de la puerta de los colegios durante 3 horas ininterrumpidas a las horas de entrada y salida del alumnado. Quizás sea porque nunca he tenido un referente materno de esa clase, pues mi madre en vez de estar hablando de cual es la mejor oferta de los «supers» del barrio, de las notas que saca su hijo o de criticar por hobby, plantada delante la puerta de mi colegio o en la cafetería más cercana al mismo, se pasaba todo el día trabajando para poder «tirar pa’lante». El tema es que cada día que pasa le cojo más odio a este tipo de llamémosle, ¿cómo diría?, ¿panda callejera?,¿Grupo necesitado de vida social?, ¿Asociación de pre/post menopáusicas?

Hoy sin ir más lejos, he sufrido un zas! en toa la boca! de un grupo de éstos que ha sido el impulso definitivo para que venga a despotricar un poco de ellas.

El caso es que justo a la salida de mi párking, tengo un colegio donde se reúne este colectivo. Si por regla general cada día en las horas puntas colapsan la calle con sus coches aparcados en doble fila y parados en medio de la calle para que los niños bajen del colegio, creando unas colas de narices que tocan las mismas a los currantes que tienen que ver como las mamás aún viviendo a 100 y 200 metros del colegio, tienen que llevar a sus niños al cole en el cochecito.  Si a éstas marujas conductoras, (que són las que luego se reúnen en la cafetería), se le suman las tropeciéntas que se juntan delante de la puerta del colegio, se puede hacer una idea del «percal» que se monta cada día. Aún así,cada vez que paso en éstas horas puntas, simplemente me voy por la otra acera, que aún estando llena, no tienes que entrar en las primeras filas de un concierto.

Pero ahora, se han aliado los astros y el ayuntamiento y han decidido hacer obras en la acera de enfrente de la puerta del colegio, (por la que yo paso), con lo cual se me jodió el invento.
Así pues, ésta mañana he sufrido una macro union marujil, todo en una acera, ¡¡el summum señores/as!!. En la acera no cabía ni una aguja, coches de las marujas piloto encima de la acera, las marujas de a pié estrujadas entre los coches y la pared del colegio y gente que intentaba pasar como podía por entre todo el berenjenal.
Total que al llegar mi turno de pasar por entre los pelos teñidos de rubio platino y bufados con laca, (que debe ser moda de la temporada 2009 pues todas iban igual), en un momento dado se me bloquea el paso en la acera y parte de la calzada, como se comprende no podía pasar pues pasaban coches, lentamente como podían pero pasaban por el trozo de calzada que quedaba libre. Y se me ocurrió pasar haciendo equilibrio por el borde de la acera y en éstas he rozado la espalda de una de éstas casposas. La marujona encima se me queda mirando con cara de que le estén estirando de los pelos del «tal» y suelta un TSSSS!.. Con lo cual ya hasta los huevos de la olor impregnada en mi gaznate a colonia falsa comprada a la gitana del mercadillo, de aguantar a las pedorras ocupando toda la calle sin dejar paso a la gente, de la risas zopencas y de las mil tocaduras de cojones que se pueden tener ante tales petardas, me he girado a la maruja del TSSS, me la he quedado mirando con cara mala hostia y en lugar de soltarle cualquier agravio, me he vuelto a girar y conforme iba saliendo poco a poco del fatídico tumulto, me he empezado a descojonar. Ha sido tal el odio que he podido llegar a sentir durante esos escasos 5 minutos, que he petado de una forma que aún pienso y me río.

No diré el nombre del colegio porque ya se sabe que no se puede fiar uno de los APA, o bueno, actuales A(M)PA, porque sí, una genialisima idea de éstas zopencas incultas, fué luchar para conseguir pegarle una patada en los cojones a la RAE y que en vez de ser Asociación de Padres de Alumnos pasara a ser Asociación de Madres y Padres de Alumnos, es normal que en su cortez mental no den más para entender que en la lengua española la palabra PADRES ya engloba a los dos géneros, pero eso sí, el burro delante pa que no se espante!

Bueno, con esto, creo que queda claro mis sentimientos hacia ese tipo de fauna urbana. Menos mal que yo nunca me podré convertir en uno de ellos pues me faltan un par ovarios…

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